martes, 25 de junio de 2013

Hoy no voy de bares, hoy voy de gala: Best Blog Award

Pues sí, amigos. Hoy hago un inciso e intentaré, en la medida de lo posible, no hablar de cerveza, de tapas. de bares, anécdotas y demás historias de una servidora en Madrid. La cosa va de lo siguiente: dos personitas han decidido tener un detalle con este santo blog y hacerle formar parte del  Best Blog Award, unos premios para blogueros, concedidos por blogueros. Una forma de dar a conocer otros blogs, de conocernos todos en general y que vosotros, lectores, podáis deleitaros con otras prosas hasta ahora desconocidas.

Estos dos seres de la humanidad, amigos periodistas y amigos de ocio, son Miguel Ángel Lamas y Beatriz Sanz Olandía. Dos personas completamente diferentes, con distintas formas de pensar, pero que mantienen una misma esencia, que no es otra que la transparencia y la bona fides. Así que a los dos, gracias por la mención y ya lo celebraremos con un rato de terracita.

En fin, amigos, los ganadores de este premio, deben contestar a una serie de preguntas. Procedo:


1.- Nombrar a quien te dio el premio: empezaré por orden de entrega.

En primer lugar, el señor Miguel Ángel Lamas y su blog, que lleva por lema Tú y yo: comunicación. O así se titula, no lo tengo muy claro todavía -Lamas, espero una explicación-. El caso es que su blog es sencillo, tal y como es él. Opina, cuenta, reflexiona, saca conclusiones y transmite, ante todo, serenidad. Y, oyes, eso es de agradecer. Admiro especialmente este blog porque lo he visto nacer y he comprobado que no es tan difícil actualizar de forma habitual. Quizá sea envidia y no admiración.... ¡No lo abandones!

En segundo lugar, mi querida Beatriz Sanz Olandía, una de mis mentoras en las primeras prácticas que hice para radio y responsable del blog Fauna Periodística. Ya, ya lo sé, en ningún lugar pone que se titule así. A esto se le llama crear marca de forma espontánea. El caso es que dice verdades como puños y ayuda a abrir los ojos a todos aquellos que todavía viven pensando en que el Periodismo es un mundo lleno de corazoncitos bondadosos y rigurosos con su profesión. Ojo, no generaliza en ningún momento, pero sí que describe exactamente a los diferentes personajes que nos podemos encontrar en los pasillos de una redacción. Seguro que si leéis cada una de sus entradas, amigos periodistas, algún conocido se os viene a la cabeza. No falla.


 2.- Responder a once preguntas


  • ¿Por qué tienes un blog? 
Pues he empezado mil blogs y cada blog lo he empezado mil veces. ¿Por qué tengo un blog? ¿Y por qué tengo este blog?  Lo contestaré en la siguiente pregunta. No sé ni por qué lo mantengo. Supongo que por hacer algo, por contar, por no abandonar la redacción de textos -aunque sea de forma tan informal-, los motivos pueden ser muchos, pero yo no conozco ninguno de ellos.


  •  ¿Quién te inspiró a empezar en este mundo? 
Pues aquí podría decir algo en plan inteligente, bohemio o demostrando ser una persona con auténtica iniciativa y vocación bloguera, pero no. Siempre ha sido por obligación. Pura y dura. Durante la carrera, en cursos, por trabajo... Las causas han sido varias. Este, en concreto, lo empecé porque nos obligaron a crearnos uno en un curso de Periodismo Digital, para enseñarnos cómo se hacía un blog, ya tu sabeh, mi amol. Por ahora, es el único que mantengo.


  •  ¿Qué te inspira a la hora de escribir? 
Siempre, siempre, estar rodeada de gente en un lugar original o poco habitual. Pequeñas anécdotas, una cerveza y una tapa de por medio, un concierto, una obra de teatro... Cualquier cosa que, probablemente, amigo, te parecerá algo poco destacable, pero de lo que voy a hacer un acontecimiento histórico. Me hace falta poco para sorprenderme.


  • ¿Qué es lo más difícil a la hora de poner en marcha el blog? 
Sinceramente, las dificultades se las pone uno mismo. Hacer un blog es pan comido si tienes ganas e ilusión. En mi caso, me sobran temas para escribir una entrada todos los días. El problema es que la pereza también me sobra.


  • ¿Cuál ha sido el mejor momento que has vivido en el blog? 
Todos. Desde el hecho de poder contar estas experiencias absurdas a todos los que quieran leerlas, hasta eso de que la gente te diga, "tía, me encanta tu blog". Eso mola.


  • ¿Qué prefieres, salir a comer o a cenar? 
Aunque la respuesta es obvia, lo diré. Cenar. Siempre.


  • Última película que te haya impactado y que recomiendas. 
Bueno, la última película que yo recuerde que me haya impactado es La Vagina Dentada. Lo de recomendarla ya no lo sé. No me atrevo, pero a mí me pareció muy divertida y original.
Algunos ya sabéis que no soy muy aficionada al cine -se que esto me costará enemistades-, pero sí que tengo una película favorita y no es otra que e El Mago de Oz. De hecho, tengo la versión de coleccionista, no digo más. Genial película llena de fantasía, música, moralejas y lecciones que se escribió con algún tipo de sustancia estupefaciente de por medio. Fijo.


  • Mejor estación del año 
Menos el verano, lo que sea. Odio el calor. Mucho. 


  •  Un destino favorito para descansar. 
Esta es la típica pregunta que no quiero que me hagan cuando sea híper famosa y millonaria. Pero tranquilos, no me negaré a firmar autógrafos. Todo por mis fans.


  • Si pudieras ser un animal, serías… 
Me lo ponéis difícil. ¿Os he dicho que firmaré autógrafos a tutiplén?


  • Alguna confesión prohibida que quieras confesar 
Esto hay gente que ya lo sabe, pero no sé doblar las sábanas bajeras. Ya lo he dicho.



 3.- Decir once cosas sobre ti.

- Monté mi primer negocio a los 10 años. Colgué carteles por todo el pueblo ofreciéndome como cuidadora de tamagochis. El negocio, después de salir a bolsa, cayó de forma fulminante tras la aparición de los Furby.

- Soy fan de la radio y quiero vivir de ella. Devoción y vocación juntas. Un objetivo que cada vez veo más lejano, pero del que no desisto. ¡Nunca se sabe!

- Me encanta la música antigua. La que más, la española. Los Brincos, Nino Bravo, Los Ángeles,
Doctor Pop, Fórmula V, los grupos más sórdidos de la Movida Madrileña... Y cuando encuentro a alguien de mi misma edad que comparte estos gustos, lloro.

- Y esto, aunque podría formar parte del anterior guión, merece un apartado exclusivo. Adoro a los Beatles.

- Mi autor favorito es Haruki Murakami. Creo que sólo he entendido el sentido y final de una de sus novelas, pero es lo mejor que he leído hasta ahora.

- ¡BUSCO TRABAJO COMO PERIODISTA! Hay que aprovechar cualquier lugar para decirlo. Soy le leche, en serio.

Esto es sobre mí, pero es un aviso para ti. Si alguna vez te llama una tal Lidia para venderte una tarjeta de crédito, ten piedad. Podría ser yo.

- No he visto las películas esas que "todo el mundo ha visto". Ni Indiana Jones, ni La Guerra de las Galaxias, ni Misión Imposible, ni Lo que el Viento se Llevó y otros títulos míticos. Tampoco he visto la serie de dibujos Caballeros del Zodiaco. Y sigo viva.

- Me encanta ir a tiendas de chinos. De lo que sea. Pero especialmente,  me gustan los supermercados que venden comida china, japonesa y demás. Cosas orientales. Siempre compro lo más raro y nunca me gusta, pero mola.

- No me gustan los payasos. Son unos falsos de la vida. Se pintan la sonrisa y siempre están tristes. ¡No sois guays!

- Me encantan los vídeos de Goat Edition. Aquí un ejemplo:



4.- Conceder el premio a otros once blogs con menos de 200 seguidores

Esta lista no puede empezar más que con los blogs de Miguel Ángel Lamas y Beatriz Sanz Olandía. Chicos, no hace falta que completéis de nuevo este pedazo de cuestionario. No repetiré todo lo que he dicho al principio del post, que tampoco quiero que se les suba a la cabeza.

- En qué piensa un calcetín: el blog de el Señor de Rojas es como un Españoles en el Mundo pero millones de veces mejor y centrado en Canadá. Que un español cuente las curiosidades de otro lugar del Planeta Tierra es siempre bienvenido y si, además, se hace con la gracia y soltura con la que lo hace su "cacho-carne", ya ni os cuento. ¿Sabéis ese sentimiento de envidia cuando vemos a la gente esta en Españoles por el Mundo? Pues lo mismo o peor.

- Minds&Co: me encanta ver cómo nacen blogs interesantes y este es uno de ellos. Psicología, curiosidades, reflexiones... Bastante variedad temática y no es para menos, porque este blog está formado por seis personas y, por lo que parece, bien distintas. Entre los autores está una chica con la que he pasado muchos ratos correteando por la calle durante mi infancia en Barcelona, la señorita Judith Oliva. ¡Enhorabuena por la iniciativa!

- Que amazing soy: si os gusta más admirar los imágenes que leer, este es vuestro blog. Alberto Calvo Ferrara (Ruper para los amigos) ha utilizado el soporte de Blogger como expositor de sus, apuntes, obras de arte, ilustraciones y cosicas que está haciendo durante su estancia en Barcelona. En serio, dibuja que da gusto. Pensé que estos dibujos sólo los vería en las revistas, pero resulta que tengo un amigo del que puedo fardar por ahí sin problema alguno. Querido colegui, sigo confiando en que te harás rico y que nos sacarás al resto de pobres. ¡Pedazo de artista!




- Ruinas Incompletas: dudo que el responsable de este espacio necesite una mención como esta, pero no podía faltar. ¿De qué habla? De todo, a veces ni yo lo sé. Literatura pura. Historias que no sé de dónde salen. Poesía. Luego entrevistas, críticas. Me es imposible definir este lugar, igual que a su autor, Hugo Izarra, periodista al que no creo que le convenza la idea de serlo. Siempre he visto a este hombre rodeado de misterio. Le conozco y sigo desde que empecé con 16 años a participar en certámenes de relatos cortos a través de MiPasado, una página ya olvidada. Supongo que ese desconocimiento de entonces hasta ahora hace que mole en general, al margen de la calidad que se percibe en sus creaciones, of course.

- Trapseia: pues bien, aquí el espacio de otro ser humano de culo inquieto. Rubén Negro, periodista radiofónico, reconocido bloguero, escritor y varias cosas más que desconozco o que no recuerdo. Su blog tampoco es que necesite demasiada promoción porque se ha ganado él solito el tener un sitio guay en el mundillo. Curiosidades, reflexiones varias, sus cosicas y muchos premios, premios de todo entre todos. Gracias a este blog he descubierto que Fotolog sigue existiendo. Incredibol.

- Ropa Tendida: la idea, el diseño, el contenido, la opinión... Todo pertenece a Fer Blázquez. ¿Sabéis a qué se dedica? Ahá, periodista. Ropa Tendida es la otra cara de la actualidad, la cara que le pone el autor, claro. Reflexiones, matices, explicaciones. Realmente, un buen lugar en el que entender mejor los detalles de ciertas noticias, esos matices que no se cuentan en los periódicos. Eso sí, querido Fernando, no abandones. ¡¡No abandones!!

- El Tabernero: el responsable, otro periodista. ¿Qué pasa? Me rodeo de ellos. En este caso, es un blog bastante personal, no escribe demasiado a menudo y cuando lo hace es para escribir algo que parece que está deseando soltar. ¡Boom! Señor Tabernero Daniel, desde aquí le animo a que siga con sus historias, si las tareas profesionales se lo permiten.

Zamora Emigra: más gente que se va fuera de este país de -respuesta libre-. Cuando vi el anuncio de la creación de este blog me pareció una gran iniciativa. No soy de Zamora, pero la idea de saber qué es de los que se van fuera de España por unas u otras razones, me parece muy interesante. Y aquí está el bebé de Sheila García -sí, también es periodista y grande-. Zamoranos, si estáis pensando en abandonar la tierra que os vio crecer, acudid a este blog.

- La Hamburguesa Perfecta: probablemente tenga más de 200 seguidores, o no, pero da igual. Ni siquiera sé quién es el autor de esta creación, pero me encantan las hamburguesas y ver este blog a las 2 de la tarde os aseguro que levanta pasiones en los estómagos. Las mejores hamburguesas alrededor del mundo.



5.- Ahora, según las normas, todos los premiados aquí arriba deben hacer lo que yo. Ale, tirarse un ratazo hablando sobre vosotros mismos y eligiendo blogs a los que galardonar. ¡Zas! No todo iba a ser leer piropos.

6.- Seguir al blog que te ha dado el premio. ¡Hecho!

7.- Informar a los blogs a los que les das el premio. ¡Se intentará!




martes, 21 de mayo de 2013

Día 80: El Bar Hawaiano que me llevó a la época de Cuéntame.

Os debo una explicación por esta larga ausencia. Los que me leéis desde el principio de los tiempos seguro que pensabais que iba a recaer en el abandono de este blog. Es normal. Más de un mes sin publicar, sin dar señales de vida casi ni en las redes sociales. Me atrevo a decir que hasta estaríais preocupados por el paradero de mi body. Quizá en una cuneta, en el Tapas Free, en El Tigre, explotada de tapas... Pues bien, sigo viva pero sin tiempo en general. Voy a hacer la compra y gracias. Ganarse la vida en Madrid no es fácil y hay que currar mucho para -uno- hacer lo que quieres y -dos- comer. Así que no preocuparse, que este es mi huequito para mis millones de visitantes.

Acabo de decir que no tengo tiempo para nada. Miento. Tengo tiempo para trabajar y para visitar nuevos lugares en Madrid, of course. ¡Y no sabéis lo que he descubierto! Mis hallazgos van mejorando por momentos. Me remonto al origen de la historia con flashback incluido.

Uno de los pajaritos
Todo surgió con el típico "me han dicho que por aquí cerca hay un bar que está muy bien". De eso que no sabes qué hacer y surge esa frase que puede derivar en desastre total o en la maravilla absoluta, como fue el caso. La verdad es que, según llegas a la Plaza de Santa Ana -que es donde está- no lo ves con facilidad, pero tampoco es muy difícil. El bar se llama "Bar Hawaiano". No se andan con chuminadas de nombre como Aloha o algo así.

Las sorpresas llegaron nada más abrir la puerta del lugar. El pío pío de los pájaros sonaba por todas partes y vimos que había una jaula con un montón de periquitos. Bueno, parecía una jaula porque cuando vimos a un pájaro dirigiéndose a la otra punta de la barra aluciplipamos un poco. Tenían a un montón de pájaros sueltos por la parte de arriba del bar. ¡Viva!

Nos atendieron rápidamente y empezamos a bajar escaleras y escaleras. Era como estar por dentro de un árbol.  Según ibas bajando, ibas encontrando salitas con algunas mesas y sillas. Todo muy cuco.

Un laguito que había al lado de los baños.
Un laguito que había al lado de los baños.
Bueno, pues voy directamente a lo que decidimos tomar para refrescar el gaznate. En la carta aparecían un montón de cocktails y cada uno viene en una copa con forma distinta. Y cuando digo forma, hablo de formas de animales y de cosas, no de copas pichis de esas a las que estáis acostumbrados. Nosotros nos decidimos por un Volcán para cuatro, que no sabíamos muy bien lo que era pero parecía lo más guay.

Mientras esperábamos, nos trajeron chocolate, patatas, aceitunas, mortadela y kikos... Vamos, para picar algo y que sobre en el plato. Y, ATENCION SEÑORES, lo que llegó me dejó de plástico. Nos trajeron una pedazo de copa con forma de volcán -claro- al que le echaron una pastillita en la parte de arriba y de la que empezó a salir humo. ¡Un auténtico volcán! Y aquí llega mi flashback. Los que véis la serie Cuéntame, puede que recordéis el momento en el que Merche y Antonio se van a un bar super chuli en el que piden un "Parlamento" que era exactamente lo mismo que nuestro Volcán. Mis padres me explicaron que estaba muy de moda tomarlo en la época. Así que imaginadme a mí con eso, sólo me faltaba Fórmula V o Los Ángeles sonando de fondo para vivir la situación en plan vieujuno.

El caso es que, como os he dicho, el bar era hawaiano, así que de fondo sonaba otro tipo de música que también era molona. Pues ahí estábamos, con cuatro pajitas hiperlargas saliendo del volcán y bebiendo algo que debía ser una mezcla de zumos con ron. Muy rico.

Bueno, y momentazo cuando el camarero llegó y nos regaló -a las chicas- un collar de estos de flores -bueno, más bien de los que entran en las bolsas de cotillón-, un clavel y una sombrillita. Graciosísimo.

En definitiva, si queréis flipar como guiris en Madrid, venirse a este bar -precios de unos 8 euros por cocktail aprox- y disfrutad de la experiencia. ¡Yo ya he repetido!



La prueba de que disfruté como una auténtica guiri.






sábado, 13 de abril de 2013

Día 42: Esto sí que son tapas free y no el Tapas Free

Hace unas semanas os hablé del Tapas Free, un lugar donde pedías una caña y podías elegir una tapa muy mona. Todo muy bien. ¡Pero qué ingenua fui! Aluciflipaba viendo que en Madrid te ponían una tapa en condiciones y sin pagar... Pero eso se acabó. El Tapas Free ha pasado a la historia. Ahora comienza una nueva eTAPA -tatatachán- de mi vida. 

He descubierto un sitio magnífico. Siempre me habían hablado de él, pero nunca llegué a ir. Pereza, pensar que la gente exageraba, ignorancia pura y dura. Os cuento. 

Hoy han venido unos coleguis de la provincia a hacer una visitilla, salir y todas estas cosas. Sin saber qué hacer, nos hemos ido hasta el centro siguiendo la recomendación de otro colegui que ya está hecho a la capital -aunque también viene de la provincia-. Nos sugirió ese sitio, el lugar, el paraíso de la tapa en Madrid. Os hablo de "El Tigre". 

Y allí entramos los cuatro. Esperábamos que estuviera hasta arriba de gente, pero Dios nos vino a ver y pudimos acomodarnos una mesita estupenda. Decidimos pedir unas cañas dobles. Por cierto, una cosa tengo que decir antes de que muera. Los que nunca hayáis pedido una caña en Madrid, atentos. Si pedís una caña a secas, os van a poner un corto. Si pedís una caña doble, os van a poner una caña normal -aunque más cara, claro-. Lo sepáis. Las cañas de Madrid SON MENTIRA. 

Una vez finalizado este inciso, prosigo. Caña doble que nos pedimos. Nos preguntaron que si queríamos algo de comer y dijimos un "de momento no". A ver si íbamos a decir que no y no nos traían la tapa. Pues bien, la tapa llegó. ¡Qué digo la tapa! El banquete de tapas. Tres platos hasta arribísima de canapés de chorizo, de queso, de tortilla de patata, champiñones, pollo, de lacón patatas bravas y corquetillas. Tranquilos, esta vez tengo foto que inmortaliza ese evento. 

Esperábamos que nos cobraran bastante, en plan, "te traemos un montón de comida sin avisar y luego la vas a pagar, querido". Pero no. Fueron 14 euros en total, 3'5 euros por una caña y una comilona de esas de dolor de tripa. ¡Madre mía! Imaginad nuestras caras. Fue fantástico, una experiencia inolvidable. Y no os creáis que si pides otra caña -doble- ya no te ponen más tapa. No, no, queridos. A uno de los participantes en tal banquete se le cayó uno de los champiñones en la cerveza, así que pidió otra, junto al que ya se la había terminado -ansia de cerveza-. Pues pidieron otra caña -doble siempre- y pusieron otro platazo a rebosar de comida y comida. 

No os digo más, que no pudimos con todo. Fue una pena dejar toda esa comida en la mesa -tenéis las sobras en la foto-. Para la próxima nos llevamos un tupper, como buenos provincianos, hombre. 

¡Esto no pasa ni en León! Así que ya sabéis, queridos millones de lectores, cuando vengáis de visita a Madrid, id a El Tigre. De verdad. Está muy, muy bien. Palabra de crítica gastronómica y cervecera. 

 

miércoles, 27 de marzo de 2013

Día 25: Actriz por un día

En Madrid hay millones de alternativas para el ocio. Yo, como sabéis, me he limitado a ir al Karaoke de los Mostenses y a tomarme unas jarras de cerveza al 100 Montaditos. De acuerdo, también he ido a un par de concierto, pero eso ha sido algo puntual. Como puntual ha sido ir al teatro. Y hoy aprovecho que es el Dïa Mundial de este maravilloso arte para hablaros de la experiencia del otro día.

La verdad es que me encanta el teatro. El problema es que la economía no me permite disfrutarlo demasiado a menudo. Pero el sábado pasado me dije: "Lidia, querida, seguro que a la gente le encanta verte en el karaoke cantando La Fiesta de Blas -de Fórmula V- pero tienes que dejar de sacrificarte por los demás y darte un gusto". Y así lo hice. Pero no fui a un teatro cualquiera.

Un amiguito de la capi me habló de Ruta 6,8. ¿Sabéis lo que es el teatro de toda la vida? Pues olvidaos de ese concepto. En este caso, el espectador se convierte en actor, es partícipe de las historias. Si esperáis ver un patio de butacas y un escenario, estáis equivocados. Os cuento cómo fue la historia.

Las columnas de la estancia
Después de ir a La Sureña de la Calle Toledo a tomar unos chismes, nos dirigimos al lugar donde se iban a
desarrollar los acontecimientos. No era un teatro. Era un local con lámparas antiguas, paredes viejas, un montón de columnas y luz tenue. Al principio de la sala había unas 40 sillas blancas y negras colocadas en grupos de 7. Nosotros éramos cuatro personas y nos dividieron: dos a las sillas blancas y otros dos a las sillas negras. Así que nos sentamos a esperar y de repente se apagaron las luces.

Entonces, dos chicos empezaron a explicarnos en qué consistía la experiencia: íbamos a vivir 8 historias distintas, 8 obras de teatro de un cuarto de hora de duración cada una. Cada grupo -de ahí lo de los grupitos de sillas blancas y negras- iría pasando por cada una de las obras y serían partícipes de ellas, un personaje más de la historia. La verdad es que pintaba bien, a pesar de la vergüenza inexplicable que me dan este tipo de cosas, teniendo en cuenta como soy. Nos dieron un mapita con la ubicación de cada una de las escenas y empezó la aventura.

Fuimos pacientes en una terapia de grupo, asistentes sociales, malos amigos en una fiesta, modelos de pasarela... Y así hasta ocho personajes distintos. Los actores te miran directamente a los ojos, hablan contigo, te preguntan, te integran del todo en la historia. Si vas completamente dispuesto, llegan a afectarte las situaciones, te hacen pensar en la vida y en tu propio comportamiento. Es curioso. En el teatro de siempre no sientes el aliento del actor, ni le tocas, ni se enfada contigo, ni te acusa de conducir borracho un coche. Esas cosas no pasan.

Los actores en Ruta 6,8
La verdad es que en mi grupo no participamos excesivamente, estábamos un poco cohibidos esperando a ver qué decía el actor de cada escena. Y casi  mejor porque en el grupo de mis amigos, había un par de personas que interactuaban demasiado. Es lo único malo que puedo apuntar de la experiencia. Además de buen espectador, ya que te convierten en partícipe de la obra, hay que actuar de forma coherente y al hilo de cada situación. ¡No hace falta poner en un aprieto al actor!

¡La madre del cordero! ¡Pero qué sería me he puesto en este post! Eso es que me he querido poner en  plan crítica literaria de la vida -con un borsalino y americana de pana con coderas-. Pero se acabó. Chavalada, la obra está fenomenal, cuesta 11 euros y estás dos horas que se te pasan volando. Eso sí, si sois tan vergonzosos como yo, tomarse un par de cañas antes para ir en modo distendido.

Y hoy es un día completamente válido para despedirme con una canción que llevo cantando desde que me he levantado. ¡Feliz Día del Teatro! ¡Y feliz día, en especial, a estos muchachos de Ruta 6,8!



viernes, 22 de marzo de 2013

Día 20: El autobús de Madrid y sus dictadores.

Valladolid. 13:30 de la tarde. Parada para coger el 19 (dirección La Cistérniga). El hambre, el cansancio y el gran peso que es la vida, hace que jóvenes y mayores aguardemos la llegada del autobús con impaciencia. Todo es normal. 

Las señoras hablan del vecino del 'Cansao', que se ha roto el dedo meñique del pie izquierdo y su hijo le tuvo que llevar al hospital, que resulta que estaba con la novia, que es la hija de bla bla bla bla... Los chavales que salen del insti gritando palabrotas para impresionar a las mozas del cole de al lado -esas maneras de ligar...-. Y luego estoy yo, alelada de la vida, mirando la vida pasar y deseando comerme una vaca sin despiezar.

El Mercado
Tras la esquina aparece el ansiado autobús. Revuelo general, movimiento, nervios. Y, cosas de la vida, la puerta de entrada queda a la altura de mis narices. Fantástico. Apertura angelical de puertas... Pero cuando me dispongo a entrar, escucho esa frase. LA FRASE: "¿A dónde vas? Ponte a la cola". Esa señora que va con los pimientos y las naranjas en la bolsa del mercado de Plaza España que me mira con desprecio -desprecio de ese de "que poco respeto por los mayores"- ha decidido que yo sea su víctima. Total, pongo mirada de indiferencia, me hago a un lado y le hago el paseillo con la mano para que proceda a picar su bonobus. 

Esta situación es normal en Valladolid. Y pensé que sólo en Valladolid. ¡Pero estaba muy equivocada! La agresividad de las señoras y señores de Madrid va mucho más allá, llegando incluso al contacto físico. Os cuento. 

Madrid. 17:30 horas. Aguardando la llegada del autobús número 32 -ya sé coger autobuses- desde hacía un buen rato. Sólo éramos tres persona en la parada. Un jovencito, un señor y yo. Otra vez, el autobús llegó y su puerta quedó delante de mi persona. Apertura de puertas... Y enganchón en el brazo. Me quedé estupefacta. El señor sacó fuerzas de no sé dónde para impedir mi paso. Y yo le dije algo así como "¿Qué pasa?". Pensé que quizá tenía algún problema, se encontraba mal, vaya usted a saber. Pues no: "No has hecho la cola". Y yo, para mis adentros, grité "¿¿QUÉ COLA??". Me indigné, algo nada propio de mí, por cierto: "¡Bueno hombre! ¡Ya lo que me faltaba!". El señor, tal y como hago yo con las mujeres de Valladolid, me miró con indiferencia, pasó y picó.  

Todo esto es una simple anécdota que me sorprendió bastante, pero que os cuento para explicar algo. He de decir una cosa en favor de este señor de Madrid porque resulta que aquí SÍ que se hacen colas y se respetan seas un chaval o un viejuno. Lo digo porque el otro día, de vuelta a casa, procedía a meterme en el bus. Reconozco que ya con cierta aprensión. Aunque llegué la primera, me quedé atrás esperando a que entrara la gente para evitar comentarios. Pero, sorpresa, sorpresa, una señora (SEÑORA) impidió que nadie entrara en el autobús hasta que no accediera mi persona. ¡Menudo escándalo! El resto de humanos pertenecientes a la tercera edad se indignaron. MUCHO. Me sentí como en el medio de una guerra que no me pertenecía. Comentarios, ironías, farfulleos... ¡Era como ser un político en medio de la ciudadanía! 

Pero bueno, he aprendido que no todos los mayores se quejan de todos los jóvenes, que en Valladolid las colas son un caos -hay dos aparatos para picar en la entrada- y que en Madrid hay que respetar los turnos de entrada, aunque te lluevan represalias. Está claro que hagas lo que hagas, siempre habrá alguien a quien no le guste. Y esto lo dejo como reflexión general de la vida. 


miércoles, 13 de marzo de 2013

Día 11: Moderna rural en modo VIP.

El año pasado ya os conté que fui a un concierto de modernos, pagando y sin que nadie me coaccionara o me obligara a hacerlo. No hubo agresión física, ni amenazas de muerte. Lo juro. Y el viernes pasado lo volví a hacer, esta vez viéndolo desde lo alto, desde la zona de los 'very importante pipol'. Señores: he sido una VIP.

Como sabéis, soy fan de cantantes y grupos que ya están muertos, acaban de morir -DEP Tony Ronald- o, como poco, ya están disfrutando de su pensión. Sin embargo, mi mente hace a veces pequeñas excepciones con grupos que lo petan ahora mismo. Es el caso de Izal, una chavalada que cada vez pega más fuerte. Una vez hecho este apunte, sigo con el concierto. ¡Cómo me encanta hablar de mí misma!


Aquí Tony Ronald en uno de sus conciertos.


La cosa surgió de repente, a lo loco. Nada de hacer colas. Me dieron una pulserita para ser molongui entre el resto de la plebe -sin ofender, queridos- y a uno de los palcos de la Joy Eslava que me fui. Tengo que decir que aunque me haga gracia el tema de ser VIP, a mí lo que me gusta es el alboroto, pasar calores, cantar a grito 'pelao' con el resto... Vamos, disfrutar de un concierto como una posesa. No hay que olvidar que estoy acostumbrada a las geniales y sucias fiestas de mi pueblo con sus verbenas, sus discomovidas y demás encantos. Aclarado esto, continuo.

Muy majos los cogotes de Izal
Nunca había entrado a la Joy Eslava y la verdad es que el lugar está fenomenal. Es grande, bonito, pero no barato... ¡5 euros por una cerveza! Ahí se me clavó una cosita en la patata, pero lo superé al primer sorbo. La zona de los palcos también está muy bien, con sus sofales y sus mesas y su baño propio. Fue una forma distinta de disfrutar de un concierto, la verdad. Desde ahí podías ver a todo el público cantando y bailando. ¡Y qué decir de los muchachos del grupo! Casi podíamos besarles en la frente. Pero allí, claro está, lo de gritar "¡¡Guapos!! ¡Olé tu madre y olé tu padre!" y cosas del estilo como que no quedaba bien. Guardé las formas.

Y sí, disfruté del concierto porque hicieron muy buen directo, las canciones son estupendas y a pesar de que el cantante estaba enfermo, les salió de fábula y se nota que lo disfrutaron. Pero me faltó algo, no sé el qué. Puede que el hecho de no dejarme la voz cantando -¿cantando?- sus temas, de no estar con el bullicio... O puede que simplemente el hecho de no ser de las pocas personas -como la otra vez- que se sabía todas y cada una de sus canciones le quitara encanto al asunto.

Las chapitas
Pero vamos, que al salir me compré hasta merchandising y todo. Unas chapitas, que la economía no está para muchos trotes -ya, ya sé que no tuve ningún problema en sacar 5 euros por una cerveza-. Además, después me fui por ahí a disfrutar de mi primer finde en Madrid y descubrí muchas cosas, pero eso ya lo dejo para otro momento, que tendréis otras cosas que hacer y no quiero atraeros demasiado con mi prosa hipnotizante.




viernes, 8 de marzo de 2013

Día 6: Los paragüeros de Madrid.

Dicen que la lluvia en Sevilla es pura maravilla. Yo no sé por el sur, pero en Madrid la lluvia de maravillosa tiene poco. O más bien nada. ¡La chupa que cayó ayer! Y me pasó eso que, por razones desconocidas, nos pasa a muchos. Eso de que miras por la ventana de casa y no llueve. Coges tus llaves, tu paraguas (por si acaso), bajas en el ascensor y llegas a la calle. En total un minuto, tiempo suficiente para que la meteorología se ponga en tu contra y descargue toda su ira sobre tu persona. Pues eso me pasó.

En Valladolid disfrutas de la lluvia
Todos sabemos que algo fundamental para sufrir lo menos posible la lluvia en cualquier lugar del mundo es llevar paraguas. Pues bien, ayer la utilidad de este artilugio fue nula. Como será que cuando bajé del autobús  (ya lo controlo, no como en mi anterior etapa madrileña) en Jacinto Benavente tuve que quedarme en la parada un rato. En vista de que la tormenta no pensaba darme tregua, cogí mi paraguas con lazo rosa, y me dirigí hasta Sol. Para los de Valladolid, ese trayecto será como ir de Plaza España a Fuente Dorada, incluso menos. ¡Ni 5         minutos! Pues acabé calada hasta el pelo. Empapada.

Yo no sé, queridos lectores madrileños, si esto es normal en vuestra ciudad y hábitat, pero fue aluciflipante. Bueno, y qué decir de los que venden paraguas en la calle. Es increíble la rapidez con la que detectan la necesidad del ciudadano. Es caer una gota y los 'paragüeros' ya están en todas las esquinas ofreciendo este producto imprescindible. Lo que no sé es si venderán alguno. Cuando he salido sin paraguas me he resistido siempre a comprar alguno. No sé por qué. Supongo que mi racanería innata. Si todos siguen el mismo camino que yo, poco negocio harán. ¡Suerte, 'paragüeros'!

Y cambiando radicalmente de tema. Hace casi un año os relaté mi experiencia de "moderna rural por una noche". ¡Pues hoy repito! Ya que todos mis grupos y cantantes favoritos están muertos o, en el mejor de los casos, con gotero, aprovecho para potenciar esa vena moderna que me sale de vez en cuando. Así que os dejo un vídeo de Izal para que apreciéis la buena música.





miércoles, 6 de marzo de 2013

Día 4: Tapas gratis en Madrid

Así es. Acostumbrada a que en la mayoría de los bares (ojo, algunos se salvan) de Valladolid me pongan cuatro patatas fritas (rancias) de bolsa o unas aceitunitas con la caña, me he maravillado con el acontecimiento de ayer por la tarde.
Tapas Free Madrid
La lista y las cañas
El nombre del bar ya lo dice todo: Tapas Free. Está en el Mercado de los Mostenses, justo detrás de Gran Vía, justo al lado de mi Karaoke favorito. Ideal para mi persona.

Bueno, pues una querida amiga nos descubrió a mis coleguis y a mí este local al que empezaremos a ir habitualmente. No es fácil decir que no a una caña y a una tapa en condiciones.

Después de ir a La Sureña de Gran Vía (5 botellines, 3 euros) nos dejamos llevar por la idea de comer gratis. Y al Tapas Free que nos fuimos. La cosa es sencilla. Cada semana tienen una lista de tapas de la que puedes elegir la que quieras. Te pides tu caña o tu refresco y a pedir por esa boquita. Yo me decidí por la de tomatito con queso brie gratinado y el resto del personal se fue a lo gocho: hamburguesaca de la buena. El precio por persona: 2,70 € (independientemente de que pidas refresco o cerveza)

La calidad es buena y la cantidad también, sobre todo, la de la hamburguesa. Qué pena que sólo duraran 5 segundo en el plato. De otra forma, ahora tendríais foto.

Hay un ambiente molongui para estar tranquilo. No hay mucha gente, el local es bastante grande y el ruido no molesta. De hecho, una vez con la hamburguesa y el tomatito en el buche, no tuvimos problema en escuchar perfectamente y llorar de la risa con este vídeo que encontré el otro día. Es el último hit, es la oveja gritona. ¡El acontecimiento que todos estabais esperando!


Creo que es imposible que este post acabe mejor que con este vídeo, así que aquí lo dejo. ¡Chinpum!



martes, 5 de marzo de 2013

Madrid. Tercera Parte.

¡Madre mía! Desde mayo del año pasado sin publicar nada. Antes de empezar a poner tonterías quiero deciros, queridos millones de seguidores, que estoy viva. El único problema es que me pudo el ocio y el no tener ADSL en casa. Por no tener no tenía ni microondas ni fogones que funcionaran. Pero estuve bien, no os preocupéis.

El mejor Karaoke de Madrid
El mejor Karaoke de Madrid.
¿Y por qué vuelvo ahora? Pues bien sencillo. Os voy a dar la explicación corta, que la larga es un poco full. Después de abandonar Madrid en septiembre de 2012, volví a la provincia. A Valladolid. Empecé muchas cosas, muchos proyectos, incluso me apunté al gimnasio (¡Yo! ¡AL GIMNASIO!). Y hoy, sin yo saberlo hace un par de semanas, estoy de nuevo en la capital. De vuelta al misterioso mundo de los abonos transporte, del metro, de sus gentes y sus karaokes.

Ya, ya lo sé. Que me voy por las ramas, que me centre, bla, bla, bla... La verdad es que dar una explicación importa bastante poco. El caso es que estoy aquí aunque no sé por cuánto tiempo (puede ser una semana como infinito al cuadrado)

Recién llegada con mi maleta y mi boina mental de pueblo, he encendido el ordenata y me he dicho, "Lidia, una vez abandonaste un blog. Él no lo haría". Y es cierto, sigue tal y como lo dejé. Así que retomo mis intenciones pasadas de contar mis vivencias con esta tercera entrega de "De Chotis y Bocata de Calamares".

No sé si esta vez conseguiré bailar sobre una baldosa (aunque eso le corresponde al hombre). Tampoco sé si esos aros rebozados en grasaza reutilizada caerán en mi gaznate. Pero tened por seguro que si lo consigo, será lo menos interesante de mi vida en la Capi. ¡Vuelve la provinciana!

Y para empezar, una canción que me encanta de un grupo que me encanta. ¡Esta vez no me vuelvo al pueblo sin visitar el bar de los Burning!




Queridos, espero no defraudaros.